Ay este mundo de la simplificación.
Perdemos la precisión de las cosas por la premura de finalizar pronto la conversación, sin deleite en detalles y luego esa premura pasa factura.
Me han contado, no he vivido la siguiente fabula, que no puedo contrastar pero puedo dar validez por provenir de fuentes fidedignas y estar contrastada con los actores involucrados.
"Erase una carrera, encuentro, reunión deportiva o como se quiera denominar,
erase un grupo de amigos reunidos para disfrutar corriendo,
erase un lugar veraniego y vacacional"
Fue Benidorm y su media Maraton, allí se reunió la elite deportiva de Lardero, una idea fija, limar las manecillas del reloj, costara lo que costase, sacrificando diversión, cubatas, música y baile en aras de rebajar los numeritos del crono, mejor 1:30:00 que 1:30:01.
Y allí tuvo desarrollo nuestra fabula, donde una liebre exiliada al pueblo de Albelda consiguió, la marca 1:27, si, un marcón, no 1:27:59, que va, toda una gran marca, con la que presumir, una marca sin lugar a dudas que se tatuaria en el antebrazo, justo debajo del corazón tautado con la leyenda "I love R". Asi transcurrieron horas felices, paseando y presumiendo ante sus compungidos compañeros de aventuras sus 1con27minutos, toda una marca, olvidando los 50 segundos o 55 segundos, que mas da, el era el
1con27man.
Así, se fue a la cama, así descanso esa noche, pero cuando levanto a la mañana aún con la sonrisa de la noche anterior, mientras descendia las escaleras e iba al restaurante en busca de sus compañeros,ante quienes repasar sus logros conseguidos, apareció el periodista inquieto, el matemático que no ahorra en decimales, y estos añadieron 4 segundos, que no son nada.
Claro, de 1:27 mas 4 segundos serian 1:27:04, pero es que nuestro velozman, no tenia 1:27 sino 1:27:58, que sumando 4 segundos se convertían en 1:28:02, otro mundo, ya no seria 1:27 seria 1:28, y eso no era lo mismo, eso duele.
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